Antes de aplicar una nueva impermeabilización, es imprescindible que el soporte esté en buen estado para garantizar una adherencia perfecta. Por ello, en nuestra empresa de impermeabilizaciones evaluamos el estado de la superficie y retiramos las capas antiguas de impermeabilización en caso de que sea necesario, utilizando métodos manuales o mecánicos según el tipo de material.
Eliminamos los restos de las membranas deterioradas, las pinturas agrietadas y los sistemas que ya no cumplen su función, para asegurarnos de que la base esté limpia, estable y lista para recibir el nuevo tratamiento.
En algunos casos, si la capa existente está firme y bien adherida, se puede trabajar sobre ella con una preparación específica. Cada situación se valora individualmente por nuestro equipo técnico para determinar la mejor solución.
Nuestro objetivo es siempre ofrecer una impermeabilización segura y duradera, que no solo resuelva el problema actual de filtraciones o humedades, sino que también prevenga futuros problemas.